Ya era 25 de mayo, el día que llevábamos esperando.
-Hoy es el dí-a, hoy es el dí-a.-cantaba Ale por toda la
casa mientras las demás nos reíamos.
-Creo que vuelve a ser una niña pequeña.-dijo Irene entre
risas.
-One Direction le afecta.-dije yo siguiendo la broma.
-¿Si queréis me callo, eh?-dijo Ale intentando parecer
molesta pero sin conseguirlo.
-Bueno, vamos que perdemos el autobús.-dijo Ainoa.
-Vale Mummy Directioner.-dijimos todas a la vez.
La verdad es que Ainoa sería la chica perfecta para Liam,
y todos estaban solteros.
Estábamos en el autobús ilusionadas hasta que yo dije:
-Creo que no nos deberíamos de hacer tantas ilusiones, por
si acaso, ya sabéis, nos llevamos un chasco…
-Bueno, eso es cierto.-dijo Carlota-no nos deberíamos
hacer muchas ilusiones, pero tampoco ir como unas amargadas.
El autobús se paró y todas opinábamos lo mismo: ni muchas
ni pocas ilusiones.
Llegamos a la entrada y estaba todo lleno.
-Pufff, no sé yo si lo conseguiremos.-dijo Irene.
-Bueno lo intentamos cuando termine el concierto.-dije
yo.
-Está bien, tengo un plan: podemos esperar hasta que nos
apetezca ir a algún bar o restaurante de la zona y merendamos, luego, cuando salgan, probamos
suerte, ¿vale?-dijo Carlota.
-Vale.-dijimos las demás.
Y así lo hicimos hasta que ellas se quisieron marchar.
Digo ellas, porque Irene se quedó en la entrada y yo en la puerta de atrás. No
teníamos hambre y podía ser que el concierto se terminara y nosotras
estuviéramos fuera.
Pasó el tiempo. Escuché que el concierto se acababa.
Estaba desesperada. Y, para colmo, se me cayó el póster que les hicimos en un
charco de algo que no quería averiguar, así que, como nadie me veía, me puse a
llorar.
Se abrió la puerta. Yo estaba ahí de rodillas llorando
delante del póster con el pelo cubriéndome la cara.
-¿Estás bien?- me preguntó una voz masculina en inglés.
-Sí.-respondí en su idioma sin mirarle con las manos
cubriéndome la cara.
Menos mal que al haber vivido en Doncaster sabía mucho
inglés.
-¿Qué te pasa?-me preguntó el chico preocupado.
-Mis 4 amigas y yo habíamos venido a conocer a One
Direction, nuestros ídolos pero no teníamos entradas y vinimos con, al parecer,
falsas esperanzas.-dije yo.
-No te preocupes, creo que yo tengo la solución, pero
levántate y déjame ver tu cara, seguro que eres hermosa.-me dijo él.
Me levanté con su ayuda y no me lo podía creer, parecía
un sueño, no podía ser él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido? :D