miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 15: El reencuentro

*Narro yo (Lidia)*
Iba escuchando música en el avión y pensando en todo lo que había pasado en apenas unos meses. Esperaba llegar a tiempo para animar un poco a Niall y darle una sorpresa.
<Espero que se alegre y que todo salga bien, también que su madre se recupere pronto.>
Hundí un pocito mi cabeza en el asiento y decidí dedicarme a pensar en la música que escuchaba. Esta vez era Little Things la que sonaba y me acordé de la primera conversación con Niall a lo que sonreí pero también tenía ganas de llorar.
El avión aterrizó y me alegré un pocito. Cogí mi maleta y salí del aeropuerto, cogí un taxi y fui al hospital. No sabía donde se había instalado Niall así que fui con la maleta.
Le vi sentado en una silla con las manos cubriéndole la cara mientras apoyaba sus brazos en sus rodillas. Estaba triste y un pocito desgastado. Fui hasta el y me agaché a la altura de sus rodillas.
-Hola pequeño duende, ¿me has echado de menos?-le dije. Quería llorar de la emoción y por otra parte de la tristeza de verle así.
Se quitó las manos de la cara para mirarme.
-No puede ser...
-Sí.-le respondí con una sonrisa.
-¡LIDIA!-gritó apesar de que le miraran todos y me dio un abrazo.-Espera...¿qué haces aquí?-dijo sin separarse.
-Te echaba de menos y te escuché decir que no a comer o dormir Niall, estaba y estoy preocupada.
-Estoy bien...
-Tienes unas ojeras...
-No te preocupes...
-Sí, si me preocupo y por eso he venido.
-Gracias...-me volvió a dar un abrazo y noté que quería llorar.-Te quiero.
Me separé de él:
-Bueno, no sabía donde instalarme así que esperaba que me lo dijeras tú...
-Sí, vamos a mi casa.
Me llevó hasta allí.
-¿Cómo está tu madre?
-Bueno... Mejoró un pocito pero nada más...-dijo apunto de llorar. Cambiando de tema, esta es tu habitación, ven.-dijo cogiendo mi mano y llevándome al piso de arriba y guiándome hasta mi habitación.- La mía es la que está al lado y esta, la tuya, es la de invitados.
-Gracias. Nialler..
-¿Si?-dijo con una sonrisa pero con los ojos tristes.
-Ven...-le dije haciendo que se sentara a mi lado en la cama. Cuando lo hizo, le abracé pero esta vez para que llorase y así lo hizo sin poder evitarlo.
-No quería que te molestaras en venir y en hacer todo esto...-dijo cuando terminó de llorar.
-Niall, estoy aquí porque realmente me necesitas y yo te echaba muchísimo de menos... Así que lo que vengo a hacer aquí es tranquilizarte y apoyarte...
-Gracias...Bueno, por lo menos no han venido los denás...
-Lo intentaron pero sabía que no te gustaría... Por cierto, ¿hace cuanto que no comes?
-Gracias, he comido normal...-apartó la mirada de mis ojos.
-¿Cuánto hace que no comes nada?
-Ya te lo he dicho.
-Ya, pero no me lo creo.
-...
-Niall, solo quiero saberlo y darte algo de comer...
-Llevo ayer y hoy sin comer...-agachó la cabeza.- Siento haberte mentido...
-Te entiendo y te perdono pero intenta no volver a mentirme por favor...
-Gracias.-dijo con una leve sonrisa.
-Y ahora voy a prepararte algo de comer.-dije levantándome con una sonrisa.
-No tengo hambr...
-Sí que tienes -le interrumpí- y además vas a dormir un pocito mientras lo preparo.
-No, eso ya si que no, por lo menos déjame ayudart...
-NO, N-O.-le volví a interrumpir.-Ala, a dormir.-le dije guiñándole un ojo.
Al final terminó tumbándose de mala gana en la que debería de ser mi cama, pensando que tardaría una eternidad en dormirse pero justo cuando empecé a bajar las escaleras ya estaba durmiendo.
Bajé e hice unos espaguetis con tomate, justo como le gustán a él e hice un brownie de postre, más le valía comérselo.
Cuando ya estaba todo listo subí a despertarle, estaba muy mono:
-Niall...-le susurré acariciando su mejilla donde luego deposité un beso.
Abrió un poco los ojos y al verme sonrió:
-Gracias por obligarme a dormir, peque. Lo necesitaba.
-No hay nada que agradacer. Venga, a comer.-le dije con una sonrisa.
-Voy.-dijo empezando a incorporarse.- Aun que no tengo hambre.
-Eso es lo que tú te piensas. Anda ven.-le dije guiñándole un ojo.
Bajamos y en cuanto vio la comida creo que ya tuvo hambre:
-Mmmm...que rico no tenías que molestarte.
-Sí que si no no comías.
Comió bastante, ese ya era mi Nialler otra vez. La verdad es que me salió muy rico todo y así volvió a recuperarse.

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